Eduardo Salvio tuvo una gran actuación y fue el autor de los dos goles del equipo visitante. Los paraguayos mostraron una actitud muy pasiva y no reaccionaron.
Boca tardó cinco minutos en llegar al arco de Libertad y convertir el primer gol en la noche guaraní. Este equipo que estuvo cinco meses y 25 días sin jugar oficialmente salió a presionar al conjunto local, que venía con muchísimo más rodaje al tener 11 encuentros desde julio.
Eduardo Salvio quebró la cintura, dejó desparramado a un defensor y definió cruzado. Martín Silva puso los guantes y Maroni tomó el rebote. Su remate pegó en el palo y el nuevo rebote fue aprovechado por el ex Lanús para pegar un nuevo grito.
Cuando se especulaba que el equipo de Miguel Angel Russo, que se quedó en Buenos Aires y por eso dirigió Leandro Somoza, iba a plantarse en un cómodo y confiable 4-4-2, sorprendió con un novedoso dibujo táctico: 4-1-3-2. No se quedó esperando y buscó de movida. Y hasta tuvo inmediatas situaciones después del gol. Tevez se perdió una chance, y Maroni desperdició otra buena oportunidad disparando al medio.
