El Memorándum de Entendimiento firmado con el Fondo Ruso de Inversión Directa permitirá garantizar el abastecimiento de la vacuna en el futuro frente a posibles mutaciones del virus.

El presidente del laboratorio Richmond, Marcelo Figueiras, afirmó que el acuerdo firmado para producir en la Argentina la Sputnik V contra el coronavirus, «no resuelve la emergencia hoy, pero nos permite a futuro generar nuestros propios recursos sanitarios». La fabricación de la vacuna en el país podría llevar entre 18 y 24 meses.

Tras el Memorándum de Entendimiento con el Fondo Ruso de Inversión Directa (DRIF), Figueras señaló que «se empezó a trabajar en un acuerdo de partes» que «permitará enfrentar futuras pandemias«.

El empresario explicó que Richmond «ampliará la capacidad productiva porque el que no produzca a futuro va a seguir sufriendo lo que ocurre en este momento, que es la escasez y donde se usan los recursos en el país que se generan».

En ese sentido, indicó que «alcanzar un grado de producción local mayor nos permite acceder a los tratamientos si aceptamos este desafío, que es un desafío a mediano plazo».

Por su parte, Elvira Zini, Directora de Asuntos Técnicos y Científicos de Laboratorios Richmond, anticipó que la fabricación podría demorar “con optimismo, unos 18 meses”.

La científica se mostró cauta con la noticia y pidió “bajar la espuma” porque “lo que se firmó es una carta de intención que inicia un acuerdo, quiere decir que es una fase muy preliminar”.

“Va a faltar un tiempo para que tengamos vacunas fabricadas en Argentina. Tenemos que construir una planta, así que demoraría, si somos eficientes, entre 18 y 24 meses”, afirmó en diálogo con radio La Red.

Zini agregó que es muy probable que los virus muten y exista la necesidad de hacer otras vacunas. «Esta tecnología nos va a garantizar un futuro de abastecimiento, pero no en lo inmediato”, detalló.

El laboratorio Richmond firmó un memorándum de entendimiento con el Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF) para producir la vacuna Sputnik V en el país, desarrollo en el que participará el laboratorio indio Hetero, encargado de transferir la tecnología.

El acuerdo fue suscripto en Moscú por Tagir Sitdekov, en representación RDIF, y Figueiras, presidente de Richmond.