El 3 de diciembre se conmemora en todo el mundo el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, una fecha proclamada en 1992 por la Asamblea General de las Naciones Unidas con el propósito de promover los derechos, la participación plena y las oportunidades para quienes viven con alguna discapacidad.
En Argentina, esta jornada posee además un reconocimiento especial: en octubre del año 2000, la promulgación de la Ley 25.346 declaró el 3 de diciembre como Día Nacional de las Personas con Discapacidad, con el objetivo de impulsar conductas responsables y solidarias que fortalezcan el respeto y la defensa de los derechos de esta población.
Las estadísticas nacionales revelan una realidad que demanda atención. Diez de cada cien personas en el país presentan alguna limitación física o intelectual, lo que puede impactar en el desarrollo de sus actividades cotidianas y situarlas en condiciones de desigualdad frente a quienes no enfrentan estas barreras. Estas diferencias se hacen visibles en el acceso al empleo, la educación, la salud y otros ámbitos fundamentales para la vida social.
Este 3 de diciembre, tanto a nivel internacional como nacional, invita a reflexionar sobre la importancia de construir entornos accesibles, promover políticas públicas efectivas y fomentar actitudes comunitarias que garanticen igualdad de oportunidades.
La discapacidad no debe ser concebida como una incapacidad individual, sino como una cuestión social que exige el compromiso de todas y todos para remover obstáculos, ampliar derechos y asegurar una participación plena.
Una sociedad más equitativa es aquella que reconoce, respeta y valora la diversidad en todas sus formas.

