LA NIÑA EN LA ARGENTINA, CON MENOS LLUVIAS PERO ELEVADAS TEMPERATURAS Y EVAPOTRANSPIRACIÓN

Se esperan semanas con déficit hídrico pero mucho calor, con marcas térmicas por encima de la media, de acuerdo con el informe de los pronosticadores.

La compleja interacción entre los océanos y la atmósfera ha definido un panorama climático desfavorable para las áreas productivas de Argentina, con un impacto directo en la región central, incluyendo la provincia de Buenos Aires.

Los índices climáticos, que modulan el intercambio de energía y humedad a escala global, indican que las condiciones actuales de La Niña están siendo amplificadas por otros patrones, consolidando un escenario de déficit hídrico y temperaturas elevadas, de acuerdo con un informe del portal Meteored.

Si bien existen leves diferencias entre organizaciones como la NOAA (que confirma las condiciones de La Niña) y el BoM (que estima valores muy próximos al umbral), la mayoría de los modelos internacionales coinciden en que el fenómeno persistirá al menos hasta enero de 2026.

Lo más relevante para Argentina es la interacción con otros índices climáticos:

  • Dipolo del Océano Índico (DOI): Este índice, conocido como «El Niño Indio», se encuentra en fase negativa y se espera que se mantenga así durante la mitad del verano. Este factor potencia los efectos de La Niña, impulsando precipitaciones deficitarias en el centro-este del país, el Litoral y el noroeste de la Patagonia.
  • Oscilación Madden-Julian (MJO): Su evolución futura podría impulsar temporalmente las condiciones de La Niña, a la vez que contribuye al pronóstico de temperaturas superiores a la media en el centro y norte de Argentina.

Impacto de La Niña en la Argentina y Buenos Aires

La combinación de una La Niña de intensidad débil con el efecto motorizador del DOI negativo genera perspectivas desfavorables: déficit de precipitaciones y temperaturas elevadas.

Se espera un déficit de lluvias significativo para lo que resta de la primavera y, al menos, la primera parte del verano en las áreas del centro-este y Litoral de Argentina, lo cual impacta negativamente a la agricultura de la provincia de Buenos Aires.

La influencia de la MJO favorecerá que las temperaturas se mantengan con valores superiores a los normales en el centro y norte del país, lo que aumenta la evapotranspiración y agrava el estrés hídrico.

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