El 11 de mayo de 1813 la Asamblea General Constituyente sancionó como «Himno» a la marcha patriótica escrita por Vicente López y Planes con música de Blas Parera.
En conmemoración a esa fecha recordamos dos versiones especiales: una de ellas, realizada por músicos de los elencos nacionales, desde sus casas; otra, la intercultural, en las voces de niños y niñas de escuelas de Córdoba, Chaco, Río Negro y Santiago del Estero.
Los cambios desde su versión original hasta la actual
A través de su historia la canción patria sufrió varios cambios. Pasó a ser Canción patriótica nacional, Canción patriótica hasta que una copia -publicada en 1847- lo llamó Himno Nacional Argentino, nombre que conserva hasta la actualidad.
La letra original era marcadamente independentista y antiespañola de acuerdo al espíritu de la época. Tiempo después, la Asamblea del año XIII pide un «arreglo» en la letra con la idea de conservar un acercamiento político con diplomáticos españoles.
En 1860 Juan Pedro Esnaola realizó algunos cambios a la música, basándose en anotaciones manuscritas del compositor, creando una versión orquestada más rica desde lo armónico. Su versión original dura 20 minutos. En 1900, se reglamentó por decreto del Poder Ejecutivo utilizar una versión reducida de la marcha para actos oficiales y públicos. En 1924, se abrevió a entre 3 minutos 30 segundos y 3 minutos 53 segundos.
Tiempo después, gracias al hallazgo de una partitura en el Museo Histórico Nacional, atribuida a Blas Parera, se introdujeron arreglos a la versión de Esnaola y esta se estrenó al público en el Teatro Colón el 25 de mayo de 1927, recibiendo críticas.
Por decreto del entonces presidente, Marcelo T. de Alvear, se aconsejó hacer una versión más parecida a la de Juan Pedro Esnaola. Por decreto Nº 10.302, del 24 de abril de 1944, la marcha fue aprobada como himno. Su versión vigente corresponde a la transcripción realizada por Luis Lareta que se ajusta a lo acordado el 25 de septiembre de 1928 por el Poder Ejecutivo Nacional.
Importancia del Himno Nacional argentino
El Himno es un símbolo de identidad colectivo cuyo fin es que lo puedan interpretar todos los que se identifican con algo, en este caso con la nacionalidad argentina. Lo importante no es la calidad de la interpretación, si no el sentimiento que se pone en ella.
Los símbolos tienen el valor de condensar la historia y los significados en elementos muy sencillos, que conservan ese valor en tanto y en cuanto mantengan una base inalterable. Eso que hace que todos se puedan identificar en ellos.