Se festeja el “Día del Maestro” en homenaje a la figura de Domingo Faustino Sarmiento. Fue político, filósofo, pedagogo, escritor, docente, periodista, estadista y militar argentino; gobernador de San Juan y presidente de la Nación Argentina.
La educación para todas las personas es vital, necesaria y se desarrolla desde el momento en que nacemos. Nuestros primeros educadores son nuestros padres quienes nos enseñan y muestran el mundo.
Nuestra segunda aproximación la hacemos en la escuela, cuando tenemos contacto con otras personas que contribuyen a nuestra formación, con quienes pasamos la mayor parte de nuestro día y a quien aprendemos a querer: los maestros.
¿Por qué se celebra hoy el Día del Maestro?
Este día rinde homenaje a Domingo Faustino Sarmiento, quien falleció el 11 de septiembre de 1888. Se trató de un educador y político, cuyo trabajo significó un aporte esencial para los programas de enseñanza del país.
En 1943 se realizó la primera referencia formal a esta fecha, cuando la Conferencia Interamericana de Educación, llevada a cabo en Panamá, propuso instaurar una fecha para rendir homenaje a todos los maestros del país.
Sin embargo, el día fue decretado de manera oficial por el entonces presidente Edelmiro Farrell, mediante una resolución que afirmaba que la tarea educativa es “una actividad fundamental de la escuela la educación de los sentimientos, por cuyo motivo no debe olvidarse que entre ellos figura en primer plano la gratitud y la devoción debidas al maestro de la escuela primaria (…); que su abnegación y sacrificio guía los primeros pasos de nuestras generaciones y orienta el porvenir espiritual y cultural de nuestros pueblos (…); que ninguna fecha ha de ser más oportuna para celebrar el día del maestro que el 11 de septiembre, día que pasó a la inmortalidad, en el año 1888, el prócer argentino Domingo Faustino Sarmiento”.
Sarmiento y la educación
Domingo Faustino Sarmiento dedicó su vida a promover la educación como herramienta de desarrollo. Su labor alcanzó su máximo potencial cuando fue electo Presidente de la Nación en 1868, cargo que ejerció hasta 1874. En ese período, fundó más de 800 escuelas e impulsó leyes, programas e instituciones afines para el crecimiento de la tarea educativa en el país.
Promulgó la Ley de Subvenciones, mediante la cual reunió fondos para expandir la cantidad de establecimientos educativos, de los cuales el 70% eran públicos. Esto permitió que el número de estudiantes creciera de 30.000 a 110.000 durante su gestión. Sarmiento creía en la importancia de que la enseñanza alcanzara a todas las personas por igual.
Fundó la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (Conabip) y la Biblioteca Nacional de Maestros, con el objetivo de impulsar y fortalecer la investigación y la formación académica para el cuerpo docente. Invitó a profesionales de la educación provenientes de Estados Unidos, para realizar un intercambio intelectual que ayudara a capacitar y acompañar al personal local.
Luego de finalizar su mandato presidencial, se mudó a Asunción, en Paraguay, donde pasó sus últimos años.
Domingo Faustino Sarmiento falleció el 11 de septiembre de 1888. Sus restos descansan en el Cementerio de Recoleta. Sus ideas y proyectos sobre la educación sirvieron como fuente de inspiración para otros países de la región, por lo que se celebra el Día del Maestro en su honor.
Fuente: La Nación