Es una estrategia única que puede ayudar a los escualos a sobrevivir a los varamientos en las pozas de marea. Por qué los científicos creen que permitirá comprender cómo se adaptan las especies al cambio climático. Algunos tiburones pueden “caminar”.
Los investigadores han descubierto recientemente cómo una de estas inusuales especies de tiburones practica el dar pasos de bebé. Empiezan cuando acaban de salir del cascarón, y la forma de caminar de una cría no difiere de la de los juveniles mayores. Cuando la marea cerca de un arrecife de coral baja, una pequeña especie de tiburón alfombra suele quedarse atrás. Al quedar varados en charcos de marea poco profundos con niveles de oxígeno decrecientes y temperaturas crecientes -o peor aún, varados en losas calientes del arrecife expuesto- la mayoría de las especies acuáticas no tendrían ninguna posibilidad. Sin embargo, el tiburón charretera (Hemiscyllium ocellatum) puede aguantar la respiración durante horas y tolerar diversas temperaturas. Y en caso de necesidad, puede caminar. “Con la marea baja, cuando el arrecife está expuesto, se les puede ver caminando por el arrecife”, indicó Marianne E. Porter, profesora asociada de la Florida Atlantic University que estudia las estructuras mecánicas y el movimiento de los tiburones. En diálogo con Live Science, la especialista aseguró que estos pequeños y resistentes tiburones pueden caminar tanto en tierra como bajo el agua, desplazándose por el sustrato con sus cuatro aletas en forma de pala durante más de 27 metros hasta encontrar un rincón adecuado donde esperar a que pase la marea. Es una de las estrategias de supervivencia más peculiares de la naturaleza, pero pocos estudios han examinado la física que hay detrás de la locomoción y la marcha del tiburón charretera. Ahora, un nuevo estudio publicado en la revista Integrative and Comparative Biology es el primero que describe la mecánica de la marcha de estos tiburones recién nacidos.