Una de las acciones más ambiciosas para llenar el vacío sobre el conteo del descenso de la fauna silvestre se publica cada dos años. Se le conoce como el Índice Planeta Vivo y se trata de una colaboración entre dos organizaciones ecológicas importantes: el Fondo Mundial para la Naturaleza y la Sociedad Zoológica de Londres, pero el informe ha dado como resultado, en repetidas ocasiones, titulares imprecisos cuando los periodistas malinterpretan o exageran los resultados.
La última cifra de la evaluación, publicada el miércoles por 89 autores de todo el mundo, es la más alarmante hasta el momento, las poblaciones de vertebrados monitoreadas disminuyeron un promedio del 69 por ciento. Eso es más de dos tercios en solo 48 años. Es una cifra impactante con graves implicaciones, en especial cuando las naciones se preparan para reunirse en Montreal este diciembre en un esfuerzo por acordar un nuevo plan global para proteger la biodiversidad. Recuerda que esta cifra solo se refiere a los vertebrados: mamíferos, aves, reptiles, anfibios y peces.
No incluye a las criaturas invertebradas, aunque estas constituyen la gran mayoría de las especies animales (los científicos tienen aún menos datos sobre estas). El Índice Planeta Vivo en realidad es una visión contemporánea de la salud de las poblaciones que sustentan el funcionamiento de la naturaleza en todo el planeta”, afirmó Rebecca Shaw, científica jefe de WWF y autora del informe. Otro factor importante es la manera en que las poblaciones monitoreadas terminan en el índice. No representan un muestreo amplio y aleatorio, sino que reflejan los datos disponibles. Por lo tanto, es muy probable que haya un sesgo en las especies que se monitorean.