El 31 de diciembre pasado venció el congelamiento en el aumento de las dietas acordado en agosto, por lo cual los senadores percibirían en febrero $9,5 millones de sueldo bruto, unos $7 millones en mano.
Luego de la expulsión del entrerriano Edgardo Kueider (encontrado in fraganti en Paraguay con US$211.000 que no justificó), fuentes cercanas a Villarruel alegaron que la vicepresidenta intentó, sin éxito, forzar una sesión especial para prorrogar el congelamiento, por el cual los legisladores continúan recibiendo $4,9 millones, aunque en sus sueldos de enero también se incorporó una especie de “aguinaldo”, o “sueldo 13″ de $2,4 millones, cuya primera parte se había liquidado en julio.
“Victoria les pidió un gesto hace veinte días, sabiendo que la sociedad iba a tomar a mal este incremento”, dijeron desde el despacho de la vicepresidenta. Luego de las críticas directas de dirigentes cercanos al presidente Milei ante el inminente incremento, cerca de Villarruel reiteraron que “no hay hoy un tema más importante” para ella, y que “se está buscando el mecanismo legal para que los aumentos no entren en vigor”, pero no pueden “ir en contra de una norma”. En el Senado reconocen que tienen unos 15 días-momento en el cual comienza el proceso de liquidación de los sueldos de enero- para que el incremento no se haga efectivo.
Desde el viernes pasado, distintos senadores presentaron en la Cámara alta notas a Villarruel para extender el congelamiento hasta marzo -cuando comience el período de sesiones ordinarias- y que el aumento no se efectivice.