VUELVEN LOS PIOJOS: UN REPERTORIO SOÑADO PARA LOS SHOWS DE REGRESO

Los Piojos anunciaron shows en el Estadio Único de La Plata a 15 años de su separación. En esta nota, una idea de repertorio para las esperadas citas.

Después de un parate de 15 años, Los Piojos anunciaron este miércoles que se presentarán el 14 y 15 de diciembre en el Estadio Único de La Plata. Una de las preguntas es, tratándose de un grupo con tanto catálogo, ¿qué pueden llegar a tocar en estos shows? A continuación, les dejamos un repertorio ideal para este esperado regreso de Los Piojos.

UN REPERTORIO SOÑADO DE LOS PIOJOS

El set principal

Desde lejos no se ve: de más está decir que Los Piojos tiene múltiples opciones para abrir de forma poderosa un recital, pero nos parece que este track de “Azul” que combina a la perfección el rock con el sonido rioplatense (fórmula que catapultó al grupo en los 90’s) resulta la mejor, también teniendo en cuenta la relación que podemos encontrar entre el nombre de la canción y todo el tiempo que pasó desde el último show de la banda.

Arco: a lo largo de su carrera, hay temas que se hicieron habituales en el inicio de los “rituales” piojosos. Si la despedida en River en 2009 empezó con “Te diría”, una buena modificación para este regreso sería que el segundo tema sea esta poderosa canción de “Ay ay ay”.

Pacífico: tanto en la última gira de Los Piojos como a lo largo de la trayectoria de Ciro y los Persas (banda solista de Andrés Ciro) quedó claro que “Pacífico”, uno de los principales hits de “Civilización”, último disco de estudio del grupo, se acomoda bien a distintos lugares del show. En este caso, se utilizaría para cerrar un trío inicial de canciones poderosas antes de entrar en otros climas.

Canción de cuna: la diversidad sonora es una de las marcas distintivas de la discografía de Los Piojos. A 15 años de su último concierto. En este regreso, algunos integrantes como Ciro podrían dedicarle esta emotiva canción sobre el amor paternal no solo a sus hijos sino ya a sus nietos.

Angelito: ningún sentido tendría que el repertorio de un regreso tan esperado solo conste de hits. Además, el contenido de esta densa canción de “Ay ay ay”, que parece narrar la historia de un joven que parece luchar contra una familia disfuncional y demonios internos, resulta totalmente vigente en una época en la que, afortunadamente, la salud mental pasó de ser un tema tabú para tener espacio en la discusión pública.

Ay ay ay: siguiendo con “Ay ay ay”, seguimos con la canción que le da nombre al disco. Un tema difícil de clasificar, pero que con sus placenteras y largas partes instrumentales resulta ideal para un regreso en un estadio abierto.

Pistolas: en este tema, Los Piojos hace una pintura de los desafíos que planteaba vivir en las grandes urbes en los noventa. Treinta años después el asunto no cambió demasiado, por lo que hablamos de un temazo vigente que no debería faltar. La naturaleza de la canción sugiere la invitación de un joven artista que se sume en el medio de ella. ¿Dillom? ¿Wos? ¿Trueno?

El balneario de los doctores crotos: una canción que combina una instrumentación que invita a la fiesta y una lírica que, con mucho sentido del humor, hace un retrato crudo de la marginalidad. En un presente con indicadores sociales claramente a la baja, “El balneario…” cobra aún más sentido y no debería faltar en el repertorio.

Bicho de ciudad: sin entrar en mayores detalles, el detrás de este tema, compuesto por Piti Fernández, fue clave en el quiebre de la relación entre él y Andrés Ciro que en su momento derivó en la disolución del grupo. Y hace un tiempo fue la canción que los dos utilizaron para demostrar que ya está todo bien. Para terminar de cerrar el círculo, que mejor que una versión a dúo de esta hermosa balada en el medio del set principal. En su defecto, que sea cantada solo por Piti para darle un mayor descanso a Ciro.

Fíjate: cualquier que haya ido a un recital de Los Piojos desde la salida de “Verde paisaje del infierno” sabe que uno de los momentos casi infaltables de cada “ritual” es la interpretación de esta emotiva canción a cargo del bajista Micky Rodríguez. Y para que vamos a romper lo que no está roto.

Luz de marfil: después de un par de baladas y un consecuente descanso de Ciro, resulta adecuado que su regreso al escenario sea continuando con “Verde paisaje del infierno”, pero esta vez, con una de sus canciones más potentes, especialmente en lo que a shows en vivo se trata.

Maradó: entre tantas otras cosas que pasaron en los 15 años entre la separación y el regreso de Los Piojos, una de ellas fue la muerte de Diego Maradona. Resulta difícil imaginar que no lo quieran homenajear en este regreso. Sugerencia: Ciro podría interpretar el Himno Nacional Argentino con su armónica a modo de introducción del tema.

Civilización: otras de las cuestiones que tuvieron lugar en los “años de pausa” de Los Piojos fueron la pandemia de Coronavirus que paralizó al planeta y una mayor conciencia de amplios sectores de la población mundial sobre el cambio climático, con lo cual, la canción que le da nombre al último disco de estudio de Los Piojos hoy tiene una relevancia mayor que en el momento en el que fue publicada.

Dientes de cordero: en “Máquina de sangre”, Los Piojos utilizó este auténtico temazo para retratar a su forma los acontecimientos que tuvieron lugar en el país en el fatídico diciembre de 2001. En épocas de indigencia, pobreza y desempleo en aumento, el grupo bien podría pasar por esta canción.

Verano del 92: un acertado juego de contrastes suele ser un ingrediente presente en todo gran show. Tras la crudeza de “Civilización” y “Dientes de cordero”, qué mejor que cambiar radicalmente la tónica con este gran hit de “3er arco”. De más está decir que la participación de La Chilinga en este tema sería bienvenida.

Genius: ya encarando el final de la primera parte del espectáculo, es un buen momento para ubicar este rock and roll de “Azul” que suena a conurbano profundo y retrata un amor tóxico, pero siempre manteniendo cierto halo de misterio de la letra, y es uno de los favoritos de los seguidores de Los Piojos de siempre.

Tan solo: el himno de “Chac tu chac” básicamente se canta solo. Y como es un verdadero infaltable, no tendría sentido dejarlo para los bises.

El farolito: el megaclásico de “3er arco” es tan infaltable como “Tan solo”. Entonces: ¿por qué no tocar uno detrás de otro en el final del set principal?

Fuente: Minuto Uno

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