EL JARDÍN SANTA TERESITA CONMEMORÓ EL DÍA DE SU PATRONA

El Día de Santa Teresita se celebra todos los 1° de octubre, fecha en la que se exalta a la patrona de los misioneros, a la cual muchos rezan oraciones para pedir su ayuda.

En el marco de tal conmemoración, el jardín Santa Teresita de la localidad de San Pedro de Jujuy, a cargo de la Directora Mariana Espejo Zamar, realizó una serie de actividades para homenajear la fecha. «Venimos trabajando con la novena a nuestra Santa Teresita» remarcó la directora.

En el marco de los festejos se llevaron a cabo una serie de actividades, las cuales contaron con la participación de la familia y la comunidad en general. Asimismo, otras instituciones, como el Jardín de la Liga de Madres, se sumaron a las mismas.

Historia de Santa Teresita

Según detalla la Agencia Católica de Informaciones (ACI), Thérèse Françoise Marie Martin nació en Alençon el 2 de enero de 1873 en el seno de una familia de comerciantes muy creyente. Era la menor de cinco hermanas y tuvo una infancia alegre hasta que su madre murió cuando ella tenía cinco años. Fue educada por su padre y por sus hermanas, especialmente por la segunda, con quien tenía una relación muy cercana. Cuando tenía nueve años, su hermana, que era “su segunda mamá”, entró como carmelita en el monasterio de la ciudad. Aunque le causó mucho dolor esto, así es que se dio cuenta de que ella también estaba llamada a seguir el camino del Señor.

A los 15 años fue cuando entró en el Carmelo di Lisieux, y para ello tuvo que viajar a Roma y pedirle un permiso especial al Papa León XIII. Ante su petición, el Sumo Pontífice contestó: “Si Dios quiere, entrarás”. Al tomar sus votos, escogió llevar el nombre Sor Teresa del Niño Jesús y de la Santa Faz.

Santa Teresita se destacó por una espiritualidad original llamada también “teología del pequeño camino” o de la infancia espiritual. Creía en la práctica del amor a Dios no en las grandes acciones, sino más bien en los pequeños gestos cotidianos, incluidos los que parecen insignificantes. Esta forma de pensar la religión era sumamente revolucionaria en ese entonces. El centro de esta doctrina reside en saber que el hombre, aun en su pequeñez, termina divinizado por la Gracia.

A los 23 años, Teresita contrajo tuberculosis. Por este motivo, murió al año siguiente el 30 de septiembre de 1897, tras nueve años de vida religiosa.

Fuente (de historia): La Nación

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