Se fue quizás una de las mejores ediciones de los corsos en San Pedro de Jujuy. Por calidad de presentación de las comparsas, por el nivel de organización y sobre todo por la cantidad de espectadores que dijo presente a lo largo de las diez noches que programó la gestión municipal del Intendente Julio Bravo.
Y la última noche no fue la excepción, otra vez una multitud dijo presente a lo largo de las ocho cuadras que se extendió el circuito de la Comecor, ya sea en sillas, en un lugar en la tribuna tubular o bien una confitería. Y como sucedió durante todo el carnaval, los artistas se lucieron, dejaron todo durante su presentación, sayeros, tinkus, artísticas, indios, el tradicional pin pin, los disfraces individuales, dieron su último show ante el jurado que aprovechó para poner puntos ya pensando en los premios.
Desde temprano, el público bailo al ritmo de La Cantada, el reconocido grupo sampedreño se mostró feliz de poder “tocar en casa”, ante su gente con los clásicos temas y el ritmo que los caracteriza, mientras que en la carroza de Comecor pasaron Brasil y Rivadavia, un grupo invitado que llegó desde Corrientes, y Chino y La Revelión.
Párrafo aparte para todo el movimiento económico que generó el corso desde la primera noche, con una capacidad hotelera prácticamente al ciento por ciento, con mucho trabajo para los emprendedores, cuentapropistas, vendedores ambulantes, la gastronomía con restoranes colmados, los que tienen sillas y las alquilaron, los trabajadores del volante, taxis, remises, empresas de colectivos, todos lograron tener ingresos.