En Chubut se encuentra Bajo Hondo, un pozo de casi 5 kilómetros de diámetro que pudo haber sido mal catalogado durante décadas. Un organismo estatal español se acercó a estudiarlo por su condición de “análogo terrestre” de los cráteres lunares y marcianos. ¿Cómo surgió en realidad esa cavidad enorme que esconde un registro de millones de años?
El pueblo más cercano está a unas 3 horas. Sin las coordenadas geográficas (S 42º15′ – W 67º 55′) resultaría imposible llegar a destino. Dentro de la inmensa meseta volcánica de Somuncurá, en la provincia de Chubut, hay un cráter de dimensiones colosales llamado Bajo Hondo, cuyo origen se encuentra en revisión después de décadas y que es objeto de estudio porque guarda similitudes con los pozos de la Luna y Marte.
Bajo Hondo es un cráter con forma de taza de 4,8 kilómetros de diámetro. Está incrustado sobre el borde de la ladera sudeste de un volcán llamado Talagapa. Por su cercanía, en los ‘80 fue catalogado como una “caldera volcánica basáltica”, surgida por residuos que liberó la actividad de Talagapa. Pero, a partir de los ‘2000, surgió una nueva versión de los hechos que asegura que el pozo se formó por un impacto de meteorito hace menos de 10 millones de años. Y hoy esa hipótesis cobra fuerza.
“Bajo Hondo tiene todas las características físicas geomorfológicas de un cráter de impacto del tipo simple. En cuanto a sus formas encaja a la perfección con un gigantesco cráter de impacto de meteoritos gigantes”, aseguró Maximiliano Rocca en diálogo con Infobae.
Rocca es analista de sistemas, pero se dedica a la geología becado por la organización The Planetary Society de California. Él vio por primera vez Bajo Hondo en imágenes del satélite Landsat de la NASA en julio de 2000. Desde entonces, quedó “embrujado” por el cráter y se dedicó a estudiarlo a fondo, y a intentar comprobar su hipótesis de que esa cavidad inmensa se gestó a partir del estallido de un asteroide o cometa de unos 250 metros de diámetro.
El interior de Bajo Hondo fue por mucho tiempo geológico un lago y parte de su suelo está hoy cubierto por sedimentos lacustres; un registro vívido de los cambios climáticos ocurridos en la zona durante los últimos 10 millones de años. Tiene también los bordes levantados -“sobreelevados” en la jerga geológica- entre 100 y 150 metros respecto del suelo circundante, lo que es una característica típica de los cráteres de impacto.
En el mundo ya se han descubrieron unas 200 estructuras que oscilan entre unos pocos metros a cientos de kilómetros de diámetro. Hoy dos tipos de cráteres según su geomorfología:
-Cráteres simples: hoyos circulares con forma de taza que nunca tienen más de 5 kilómetros de diámetro. Se caracterizan por su borde sobreelevado. Su interior y la zona circundante están llenos de escombros de rocas angulosas y un tipo de roca llamado “breccia”.
-Cráteres complejos: son grandes cuencas circulares, con una cavidad central similar a un plato sopero. Se caracterizan por una alternancia de anillos elevados concéntricos y valles hundidos delimitados por fallas geológicas alrededor de la cavidad central.
En promedio, un asteroide abre un cráter cuyo diámetro es igual a 20 veces su tamaño. Por ende, de confirmarse la hipótesis del impacto de meteorito, una roca de 250 metros de diámetro habría impactado en Bajo Hondo, que se convertiría en el cráter de tipo simple más grande del mundo.
Hasta hoy, el único cráter de impacto del tipo simple bien estudiado y documentado ubicado en rocas basálticas, al igual que Bajo Hondo, es el de Lonar Lake en India, con 1,8 kilómetros de diámetro. Lonar Lake está dentro de una meseta volcánica (en Deccan) que data del final de la era Mesozoica, unos 66 millones de años atrás.
“En Bajo Hondo no existen claras evidencias de que haya habido alguna vez erupción de lavas basálticas. Esto es fundamental para descartar su origen por vulcanismo. Por eso, podría ser el segundo cráter simple de impacto de meteorito sobre rocas basálticas documentado en el mundo. Pero, a diferencia del de Lonar Lake, sería de tamaño colosal”, señaló Rocca.
Fuente: Infobae