Vecinos enardecidos rociaron con gasolina y quemaron vivos a los secuestradores que mataron a un niño de 11 años. Ocurrió en Guatemala.
Pobladores de Huehuetenango, a 270 kilómetros de la ciudad de Guatemala, hicieron justicia por mano propia y se unieron para detener a tres presuntos secuestradores, pero no para entregarlos a la policía local sino para quemarlos vivos. El violento episodio fue reportado por medios locales.
