Valentina Marletta tiene 23 años y se acaba de recibir en la Universidad Nacional de La Plata. Aprobó con 9 el trabajo final de su última materia. Sueña con fabricar autos de Fórmula 1.
Valentina Marletta, una joven de 23 años, se convirtió este viernes en la primera ingeniera aeroespacial del país, surgida de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP).
Marletta ingresó a la Facultad en 2017 y se recibió luego de aprobar con 9 el trabajo final de la materia Control y Guiado.
«Elegí esta carrera por pura curiosidad. Desde chica me gustaban los aviones y siempre me generó intriga cómo era que funcionaban. Me arriesgué sin saber más y la verdad me llevo un recorrido hermoso. Tuve la suerte de que, desde el primer momento, la carrera me encantó», sostuvo la joven que es la primera egresada de esta carrera en el país.
En diálogo con Télam, la flamante ingeniera contó que es «un poco la oveja negra» de su familia»: «Mis papás y mis tres hermanos mayores son todos médicos, pero a mí desde muy chiquita me llamaban mucho la atención los aviones y su funcionamiento», señaló.
Y agregó que «en la secundaria tenía facilidad para la física y las matemáticas».
«Aunque en 2017 mis papás se sorprendieron cuando les dije que me iba a inscribir en la carrera que en ese momento se llamaba ‘ingeniería aeronáutica’, nunca dejaron de acompañarme», resaltó.
El sueño de llegar a la Fórmula 1
Para ella, haber tomado el camino de la ingeniería «fue asumir un rumbo completamente diferente, sin ninguna referencia de nadie, pero mi familia y amigas me bancaron siempre, y con el apoyo de mis amigos de la Facultad y los profesores que me encontré en el camino, no fue tan difícil».
Valentina ingresó a «Ingeniería aeronáutica un poco por curiosidad» y añadió que esa decisión le «abrió la puerta a todo un universo».
«Creo que por eso después le cambiaron el nombre a ‘Ingeniería Aeroespacial’, porque lo de ‘Aeronáutica’ le quedaba muy chico, y porque la Facultad tiene una larga experiencia en la historia aeroespacial argentina», apuntó.
Luego señaló que además de ser ayudante en algunas materias de la Facultad también es becaria desde el año pasado en el Grupo de Fluidodinámica Computacional en el que se dedica a la investigación a través de programas que permiten hacer simulación de fluidos para poder validar valores que permitan calcular resistencia en perfiles. «Es algo que siempre me gustó porque puede ser aplicado para mejorar diseños de aviones, aerogeneradores o autos», comentó.
«Mi sueño es diseñar autos de la Fórmula 1, por eso además de especializarme en fluidodinámica me contacté con otro egresado que había podido trabajar en un equipo de Fórmula 1 para que me oriente, y me recomendó que mi próximo paso debería ser una maestría en el exterior; incluso llegué a tener una entrevista con una escudería como Mercedes», explicó a esta agencia.
«Cuando ingresé a la carrera en 2017 debíamos ser unas 15 chicas en total, de las cuales creo que al día de hoy quedamos 3, pero desde que la carrera cambió su nombre a ‘Ingeniería Aeroespacial’ cada vez se anotan más chicas y eso está buenísimo», completó la flamante ingeniera.