Los restos del cohete chino Long March 5B que giraban en órbita a la Tierra fuera de control, finalmente cayeron este viernes sobre el océano Pacífico sin causar daños materiales ni víctimas humanas. Tras entregar el último módulo de la estación espacial Tiangong, una sección de la nave espacial ya sin utilidad, fue descartada y siguió girando a nuestro planeta hasta ingresar en la atmósfera terrestre durante el mediodía. Los restos del cohete cayeron finalmente en el centro-sur del océano Pacífico al mediodía, según informó el Comando Espacial de Estados Unidos a través de Twitter.

El objeto, uno de los mayores que ha reentrado en la atmósfera terrestre en los últimos tiempos, ha estado orbitando la Tierra y en su trayectoria había sobrevolado varias zonas densamente pobladas, como por ejemplo la Península Ibérica, en varias ocasiones. Por la incertidumbre acerca del lugar de la caída, España cerró brevemente parte de su espacio aéreo, interrumpiendo despegues y aterrizajes en varios aeropuertos, incluidos el de Barcelona. China ya recibió críticas en el pasado por permitir que sus cohetes caigan a la Tierra sin control. La NASA calificó de “irresponsable” el accionar chino y denunció los riesgos innecesarios que provocan. Se sabe que la agencia espacial del gigante asiático, no toma las precauciones necesarias y deja al azar el lugar en el que los pesados restos de las naves podrían aterrizar.
